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Dolor de cuello

La medicina tradicional china cuenta con multitud de opciones para aliviarnos ante determinadas dolencias que nos afectan en el día a día, sin embargo, es en aquellas en las que los dolores son más persistentes donde sus efectos se notan más, por eso hoy vamos a tratar una de las dolencias más frecuentes; el dolor de cuello. Los síntomas pueden presentarse en cualquier persona, y sus causas son bastante variadas. Aunque puede parecer un problema común y relativamente simple, lo cierto es que merece un cuidado bastante especial, por ocurrir en una zona del cuerpo que es muy vulnerable.

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Síntomas de dolor de cuello

El dolor de cuello puede presentar varios síntomas, según la gravedad de la afección existente, así como también dependiendo de la prontitud con que se aplique algún tratamiento. Mientras más rápido se atienda el problema, mejor será el resultado y mayores efectos nos proporcionarán las técnicas como la acupuntura.

En todo caso, el primer síntoma general consiste en dolor y molestia, que puede ir de leve a severa, en algún segmento del cuello. Con mayor frecuencia, el dolor ocurre en las partes laterales o trasera del cuello, y puede iniciarse con una sensación similar a la de un pinchazo, e incluso puede extenderse a la parte alta de la espalda y los hombros. La incomodidad causada por el dolor de cuello puede ir acompañada de otros síntomas como entumecimiento, rigidez o hinchazón en la zona afectada. En ocasiones, la movilidad del cuello puede verse seriamente limitada, lo que afecta la disposición de quienes la padecemos, hasta incluso incapacitarlo en sus actividades diarias.

Causas del dolor de cuello

La causa más común que genera dolor de cuello es una distensión muscular, la cual puede suceder por un mal movimiento o una postura incorrecta. Estos casos pueden presentarse al dormir, realizar alguna actividad física, llevar a cabo trabajos pesados o dedicarse a un trabajo donde el cuerpo permanece mucho tiempo en la misma posición, como los teleoperadores, cajeros bancarios, costureras, choferes y oficinistas en general.

De igual manera, un traumatismo ocasionado por algún accidente puede dar pie al dolor de cuello. La detención abrupta o colisión de un coche puede generar el famoso síndrome del latigazo cervical, mientras que dormir en una posición inadecuada puede ocasionar torticolis. Ambas situaciones son sumamente dolorosas, y ameritan la inmovilización temporal del cuello, para facilitar la recuperación de los tejidos afectados. Por otro lado, una manifestación dolorosa en el cuello que sea acompañada por hormigueo, puede deberse a la lesión de un nervio en la columna, o a una hernia discal. Asimismo, el estrés también puede ser una causa de molestias y dolores en el cuello.

Cómo aliviar el dolor de cuello

El dolor de cuello necesita reposo inmediato, y, sobre todo, la suspensión de cualquier actividad física que requiera gran esfuerzo corporal. También es recomendable tomar analgésicos y antiinflamatorios, además de aplicar algún relajante muscular.

La mayoría de los síntomas del dolor de cuello no son quirúrgicos, por lo que es muy recomendable hacer ejercicios de estiramiento al menos una vez al día, además de realizar sesiones de masajes de 10 a 20 minutos con cierta frecuencia, para, de ese modo, mantener la musculatura del cuello relajada.

Otras terapias alternativas, pero no menos importantes, incluyen la acupuntura, que consiste en la colocación de agujas sobre varios puntos nerviosos de nuestro cuerpo, así como también la práctica de disciplinas como el yoga, cuyos resultados son bastante positivos. Por otro lado, se recomienda buscar soluciones para superar los episodios de estrés, ya que estos solo contribuyen a empeorar el dolor en la zona del cuello, pues el cuerpo genera reacciones psicosomáticas con las que expresa físicamente ciertas afecciones mentales.